Murmuran las paredes
entre tochanas y yeso,
murmullos hambrientos
de arrumacos ardientes.
Diálogos pegados
a cal y canto
entre baldosas
de tonos tristes.
Construcciones sordas
de tapias vencidas
bajo el peso de palabras
en caserones antiguos.
Bajos tonos…
con sutileza vil
de próxima acción,
de sangrado santo.
Puros blancos,
cenefas animalescas,
adornos barrocos
de sucios castillos.
Absorben dimes
y diretes al son
de quejumbrosos
tablones y pilares.
Desconchones de agravios,
agujeros de maldad,
inmueble abandonado
al estado de fealdad.
Háblame de casualidades
pero en campo abierto,
que aquí nos escuchan
las vigas y la pared.